¿Qué áreas se deben trabajar con un niño con autismo?

Publicado el 15-07-2023 en: General - Psicopedagogía
Hay que aceptar que no todas las actividades ni todas las estrategias pedagógicas van a ayudar por igual a la totalidad de la población con autismo. Por eso, y especialmente en los casos de autismo, es imprescindible la individualización de los procesos de enseñanza y los programas de intervención personalizados.

No obstante, los manuales de diagnóstico en psicología, advierten una serie de características comunes en los niños y niñas con autismo: claras dificultades en la comunicación, problemas de interacción social y baja flexibilidad en comportamientos y pensamiento. Los profesionales y expertos nunca deben perder de vista las peculiaridades del alumno con TEA para poder adaptar el programa de intervención a sus necesidades específicas.

Áreas a trabajar

La comunicación

Dependiendo de la edad del niño y de la fase de desarrollo lingüístico en la que se encuentre, el profesional especialista y el profesor deben programar actividades (juegos, canciones, signos y pictogramas…) para despertar la necesidad de comunicación del niño (verbalizar necesidades como “Quiero agua”). Si el niño ya formula sus demandas verbalmente, el siguiente paso consistirá en nutrirle de un vocabulario más amplio y rico para después entrenarle en la creación de frases uniendo palabras.

El contacto visual

Durante las interacciones con el niño, ya sea durante las conversaciones o cuando le va a dar instrucciones, el adulto debe invitar al niño a que le mire a la cara. Los juegos de imitación son un buen reclamo para acostumbrar al niño a mantener el contacto visual con los demás.

Reconocimiento y expresión de emociones

Mostrar al niño dibujos, fotos o vídeos que representan estados de ánimo, le ayudará a interpretar sus propias emociones como las de los demás.

Aprendizaje de hábitos y creación de rutinas

Para favorecer su autonomía. Para lograr estos objetivos es clave mostrar al niño la pauta detallada de la secuencia de comportamientos que debe realizar, si quiere lograr la conducta meta. Las instrucciones en forma de pictogramas es un gran apoyo para la ejecución de este tipo de tareas.

Entrenar su motricidad

La motricidad fina, pintando objetos pequeños, por ejemplo, y la motricidad gruesa, jugando a la pelota.

Trabajar la lateralidad

Con ejercicios cruzados, “Tócate la oreja derecha con la mano izquierda”.

¡Refuerza sus talentos!

El niño con autismo no solo se caracteriza por manifestar una serie de dificultades en su desarrollo como individuo, también dispone de pequeños grandes talentos que beneficiarán su aprendizaje: su minuciosidad en la realización de tareas, sus altas destrezas en tareas mecánicas o la curiosidad que muestra ante el funcionamiento de un objeto.

En resumen

Reforzar las competencias propias del niño, cubrir sus necesidades especiales y fomentar una intervención personalizada en sus dificultades de desarrollo son los tres preceptos básicos sobre cómo trabajar con niños con autismo.